martes, agosto 22, 2006

Versos

Hastío e incomprensión
vencidos por un sendero de angosta balanza en equilibrio.
El Panteón derriba los cimientos de la ignorancia
y libera el calor que invadido quisiera poseer,
mas no su profundo pesar. No en soledad.

Sí. Aquí. Catán. Por centurias en pie.
Por lunas unos cuantos la conocen. Pacíficos bárbaros.
Piedras diminutas forman su cuerpo. Su pasado. Y su futuro.
Panteón de colonizadores.

¡Ay de aquel que de la misma nube procede!,
envuelto en viento del este se acerca.
El ser violento. Sigiloso. Tibio. Sabe leer los grabados del Panteón.
Juegos de palabras te engañan, te seducen, te atrapan. No abandones este mundo.
Ora transparentes ora invisibles, ¿diferencia alguna?

El Panteón obedece a su instinto,
alentado por las manos que pócimas han preparado.
Embrujado, falso espíritu de libertad.
Fusión, cantos de sirena, encantamientos.
Acercaos. ¡Alejaos!

¿Adolece de coraje? Ha descubierto Catán.
Al príncipe taifa en Reconquista ha de vencer. Carpe diem.
Campesino, ¡quien siembra ilusiones, recoge sensaciones!

Concluye el instante, se intuye.
Real o sólo fantasía, repiqueo en sus entrañas.
¿También?
Regresan. O no regresan.

domingo, agosto 20, 2006

Día 2 (viernes 28J - Parte 2: City Rallye y noche de pub)

No he mencionado que la Uni estaba a tomar por saco de lejos, en lo alto de una colina; ni por asomo se te podía ocurrir ir a pie, así que la única forma de ir y venir era en autobús (o coche, como hacía Franke Jan). Después de la comida, nos bajamos a la ciudad, y nos tomamos un cafelillo relajadamente en una de las terrazas de los pubs del centro. A las 4 de la tarde empezaba el City Rallye, en la Haupmarktplatz (plaza del mercado principal, el centro neurálgico de la ciudad).


La plaza principal, con sus puestos de flores

¿En qué consistía el City Rallye? Nos dividieron en tres grupos, a cada uno nos asignaron un cuestionario con preguntas (en alemán) acerca de los diversos monumentos, calles y demás atractivos turísticos de Tréveris. La cosa era una especie de gymkana recorriendo la ciudad para conocer cosas curiosas de ella, del tipo: ¿Qué inscripción puedes encontrar en la fachada de tal sitio? ¿Hacia dónde miran las esculturas del coro de la catedral? ¿Qué dice el estribillo de la canción de de bienvenida a tal edificio, que fue un antiguo museo en el siglo XIX? Cosas por el estilo. Tuve suerte porque me tocó en el grupo de Franke Jan, Aet y Aleksandra, que controlaban bastante bien alemán, para entender las preguntas, o para pedir ayuda a la gente de la ciudad.


La Casa Roja, que tenía un himno y una inscripción

Fue bastante interesante, aunque cuando ya llevábamos tres horas pateando la ciudad y nos encontrábamos a otro grupo, nos chivábamos las respuestas (las preguntas eran las mismas pero estaban en distinto orden, para que no coincidiéramos en el mismo sitio a la vez). También acabamos comprando una guía turística en el quiosco porque, si no, era complicado responder a ciertas cosas. A mí me tocó traducir la inscripción en latín que había en la torre de la catedral, ya que era el único que hablaba una lengua romance en ese grupo.


Venga, a traducir eso a inglés y luego a alemán

Finalmente, hartos de recorrer calles arriba y abajo, nos dirigimos directamente al punto de encuentro y evento que teníamos esa tarde/noche: el pub Astarix. Allí tomamos unos refrescos y unas pizzas (también aquí dejé propina, por última vez :P), y pasamos el rato charlando (algunos también estuvieron jugando a las cartas, a un juego tipo Burro, de esos en los que el último que pone la mano en la mesa pierde... ejem, ejem, son como niños :D). También los organizadores hicieron el recuento de preguntas acertadas y dieron los premios al grupo ganador (que no fue el mío, claro... ¿he mencionado que hicimos trampas y a pesar de ello no completamos todas las respuestas?). Como premio de consolación, me tocó una piruleta con forma de perrito :)


Presidiendo la mesa en el Astarix

Al salir de allí, creo recordar que estuvimos intentando decidir si ir a otro pub un ratillo, o qué alternativas teníamos... entonces una de las hosts, Jessie, nos comentó que iba a ir a una fiesta Erasmus en un piso, y que nos podíamos apuntar (por todo el morro); eso sí, llevando nuestra propia bebida. Nos recorrimos la ciudad hasta una gasolinera, compramos alguna cosilla y, para hacer tiempo (serían las 11 más o menos), estuvimos en la plaza de la Basílica de Constantino haciendo juegos de beber y tonterías por el estilo. El caso es que poco a poco la gente se fue marchando a casa. Quedamos como unas 6 ó 7 personas nada más, y ya subimos al piso; allí la cosa aún no estaba animada, estuve charlando con un Erasmus español que llevaba un año allí y poco después me volví a casa yo también (al día siguiente me contaron que la fiesta empezó realmente a partir de las 2, pero yo pasaba de estar allí pensando en las musarañas).

miércoles, agosto 16, 2006

Día 2 (viernes 28J - Parte 1: mañana universitaria)

Como Franke Jan tenía un coche alquilado, quedamos Irena y yo con él en que nos recogería en Porta Nigra a las 9 menos veinte para subir a la Uni. El tío llegó, con Bartek de copiloto, pasadas las menos diez; pero parecía conocerse al dedillo el recorrido, como si llevara conduciendo por esas calles toda la vida (se conocía hasta qué calles eran de un solo sentido, ¡y llevaba sólo un día allí!); así que llegamos en un periquete. Bueno, en realidad tuvimos que echarle un vistazo al jeroglífico (también llamado mapa del campus) que llevábamos en nuestros booklets de color amarillo (este librito era el programa detallado, información sobre la SU, los organizadores, la universidad y la ciudad; vamos, que junto al plano de Tréveris, esta era nuestra Biblia). Aparcamos. Mmmm, primer problema, ¿dónde? Todos los aparcamientos parecían estar lejos de cualquier edificio. Nada, pues andamos. Segundo problema, ¿y a qué edificio tenemos que ir? Ummmm creo que es el edificio C. Vale. ¿Y cuál de estos puñeteros edificios es el C?, ¡¡si son todos exactamente iguales!!


Todos igualitos, sólo cambiaba el tono o el color

Finalmente descubrimos que donde había una enorme letra C se trataba del edificio ídem (parece lógico, pero cuando vas con prisas parece que todo se nubla, aunque fuésemos cuatro mentes pensantes).
Esa mañana había alguna gente más que no habían estado la tarde anterior en la bienvenida, tanto participantes como miembros de AEGEE-Trier. Tuvimos un discursillo de acogida universitaria de los organizadores, que además nos recaudaron la tasa de la Summer University; y tuvimos unas breves palabras del Rector de la Uni, que nos explicó tanto en inglés como en alemán la historia y situación actual de la Universidad de Tréveris (afortunadamente, la Uni era joven, y él también, y no se alargó mucho). Como ya habíamos tenido tiempo de observar, esta ciudad gira en torno a su Universidad, en torno a sus estudiantes, que vienen de todo el país y de muchos otros lugares. De hecho me sorprendió la enorme cantidad de estudiantes extranjeros que había. En especial los orientales, quizá no hubiera más que en Murcia, pero allí no están escondidos.


El Rector, diciendo cómo mola la ciudad y su Uni ;)

Y a continuación, el examen de nivel, para dividirnos en grupos. Yo había estado un ratito la tarde anterior repasando con ayuda de Lilli y Maria (¡qué dos soletes!), pero no sirvió de mucho. Había cuatro apartados. Primer ejercicio: rellenar los huecos con 1 de las 4 opciones proporcionadas. Este era claramente el más sencillo. No tuve demasiados problemas, salvo en una frase. Segundo ejercio: las puñeteras preposiciones alemanas. A parte de que varias de ellas no las había visto nunca, cada una rige una declinación determinada, con lo cual es un lío de tres pares. Me lo inventé. Tercer ejercicio: un folio de lectura y comprensión del texto. Más o menos pillé la idea general; era un artículo de periódico sobre los hábitos alimenticios de los alemanes durante los partidos del mundial de fútbol; vale, eso lo pillé, pero intentar contestar a las cinco preguntas, de las cuales no entendía la mitad, fue inútil; me consta que hubo gente que las contestó en inglés, pero a mí eso me parecía absurdo. Cuarta y última cuestión: descubrir en una caricatura del estereotipo alemán, los clichés y tópicos de los alemanes; esta era fácil y fue un amable toque de humor que agradecimos especialmente los cuatro o cinco que sabíamos que íbamos a estar en el grupo de principiantes.


Concentrados durante el exámen

Después nos dieron un rápido y ameno recorrido por los sitios claves de la Universidad (no, no fuimos a ningún bar). Me refiero a los principales edificios, la biblioteca, la sala de ordenadores, y por supuesto el comedor universitario, llamado Mensa. Siempre me hacía gracia esta palabra, me recordaba al Chavo del Ocho (¡mensooo!). Un día les expliqué a mis colegas qué significaba en español el hecho de comer Mensa Food (comida de mensos, por tanto), y casi se atragantan de la risa. La comida en el Mensa era... comible. Los organizadores nos daban 2€ en la puerta y con eso bastaba para el menú básico; es innegable que la relación producto/precio era buena, y aunque no había mucha variedad de un día a otro (¡¡cómo echo de menos, ejem ejem, esa sopa de sobre!!), como siempre llegábamos con hambre, dejábamos los platos limpicos.


Primera comida mensa :D

martes, agosto 15, 2006

Personajes

Irena
  • Mi compi, mi coleguilla, mi alma gemela allí en Alemania; bastaba con mirarnos a los ojos para saber lo que estábamos pensando. La chica orgullosa de su pequeño país y del barbarian language, como yo denominaba al idioma esloveno. Un torrente de energía que siempre te regalaba una sonrisa.

  • Erik
  • Un tío de putísima madre. Un holandés fan de la música electrónica, especialmente de los festivales trance. Se autoconsideraba, entre risas, posible descendiente de marroquíes, por su pigmentación dérmica :D El tío sabía inglés y alemán a manta, y muchas veces nos hacía de intérprete, aunque yo tenía que prestar mucha atención porque su pronunciación no siempre era muy nítida.

  • Lilli
  • Mi anfitriona, me acogió en su habitación y se portó de lujo. Siempre pendiente de que estuviera cómodo en su casa, no dudaba en prestarme sus llaves, o ayudarme cuando yo quería practicar alemán. Una chica dulce y agradable. Así también como su compañera de piso, Maria, y Dani, el novio de ésta; además de todos sus amigos, que fueron muy acogedores.

  • Jana
  • La segunda eslovena, una chica maja y siempre dispuesta a reír, cuando le daba una ataque de risa acababa contagiándonos a todos. Inteligente y agradable, le encantaba enzarzarse en discusiones de política y economía (su campo), especialmente con Irena. Además poseía una bonita voz que te impresionaba al cantar. Para mí era como Rosa de Eslovenia, pero con cerebro :)

  • Valeria
  • Nos lo pasábamos pipa hablando entre nosotros una especie de lenguaje italospañol que nos desestresaba de tanto inglés y alemán; y mosqueaba a los demás: ¿es que podéis entenderos?, nos decían :) Un encanto de ragazza que me alegro mucho de haber conocido.

  • Bartek
  • El colega polaco de los ojos de diferente color, uno azulado y el otro verdoso. Jevi empedernido, seguidor del rock duro y enemigo del ultracatolicismo nacionalista que impera en su país. Su carácter, a veces reservado, me recordaba a mí mismo.

  • Patricia
  • Hicimos buenas migas esta húngara y yo, especialmente cuando paseábamos tranquilamente por la ciudad, y nos parábamos en cada jardín, en la orilla del río o, por supuesto, en cada escaparate (siempre había algo que le gustaba en cada uno). Tenía una voz muy suave y era de aspecto aparentemente dulce, aunque tuve la impresión de que en el fondo tenía segundas intenciones...

  • Aleksandra
  • La chica más guapa que he visto en persona (no tiene nada que envidiar a la Pataki, por ejemplo) y con la que he tenido el gusto de hablar y reír. Majísima, siempre te hablaba con una espléndida sonrisa que hipnotizaba. Además, su pronunciación de inglés era perfecta y daba gusto conversar con ella.

  • Krizstina
  • La segunda húngara, menudilla y muy simpática también. Siempre iba echando fotos a diestro y siniestro con su supercámara a cuestas, que era más grande que ella misma :D

  • Franke Jan
  • El holandés de pronunciación extraña y aspecto mucho mayor de lo real, probablemente porque muchas veces iba con camisa y chaqueta. Por su forma de hablar, eba tazi imbosibbe dezcifbar lo que becía, rara era la vez que no le tenía que soltar un sorry? para que me repitiera lo que había dicho. Menos mal que yo no era el único que tenía ese problema a la hora de entenderle.

  • Gijs
  • Pronúnciese Yaijs (con jota española); el holandés simpaticote que se parece a Regi Penxten y que tenía a más de una coladita por él :) Todas sus frases acababan con un right? (parecía un futbolista jejeje)

  • Jamal
  • Esta chica alemana de origen libanés era la encargada de coordinar a los hosts y los participantes, y tenía la tarea de asegurarse de que la convivencia entre nosotros fuese buena y que no nos faltase de nada. Siempre tenía palabras amables, compartí muy interesantes conversaciones con ella, y fue testigo de mis pequeños pero diarios avances en el idioma teutón.

  • Mattias
  • Qué tío más majete. De esas personas que te transmiten buen rollo a raudales. Y encima cuando agarraba su guitarra y se ponía a cantar era la puta caña. ¿A qué espera para sacar un disco?

  • Coletta
  • Esta alemana, aunque polaca de nacimiento, era una de los hosts. De vez en cuando venía con nosotros y por supuesto se lo pasaba de miedo. Había estado en Portugal y siempre tenía interés por hablar conmigo y aprender a decir cositas en español, además de tener paciencia con mi pobre nivel de alemán.

  • Kasia
  • Extraño comportamiento el de esta chica polaca. Estuvo simpática los primeros días; después estuvo semana y media medio amargada (y casi amargando al otro polaco, lo llevaba de cabeza al pobre). Me consta que era una chica maja, ya que finalmente volvió a estar agradable, pero tenía una manera, con chulería, de dirigirse a la gente, que no me gustaba un pelo.

  • Sabine
  • La presidenta de AEGEE, puso mucho empeño en que todo saliera bien, y hay que agradecérselo. Una chica sencilla y alegre, que se volcó con nosotros.

  • Alex
  • El más mayor de todos los organizadores. El jefazo. Se esforzó en montar todo este tinglao, y especialmente la noche de los cocktails en su piso fue de auténtico lujo (por el propio apartamento y por cómo montó la velada). Por cierto, tiene en su casa una enorme colección de DVDs, aquello parecía un videoclub.

  • Aet
  • Esta chica con aspecto de niña inocente, y que no lo es tanto, tenía veintitantos años como todos. La primera semana estuvo como envuelta en un halo de tristeza, no supimos por qué; pero la segunda semana se soltó la melena y nos dejó ver a menudo su hermosa sonrisa y que tenía cosas que decir.

  • El parisino
  • Un tío simpaticote que de vez en cuando se apuntaba a nuestras excursiones y salidas. Trabajaba con españoles en Luxemburgo y sabía hablar castellano con soltura; por fin alguien con quien yo me podía explayar cuando estaba hasta las narices del inglispitinglis.

  • Petra
  • Otra húngara más; en concreto ésta no sabía inglés, por lo que nuestras conversaciones en alemán se centraban en las cuatro cosillas que yo era capaz de hilar. Pero me pareció muy maja.

  • Liliya
  • La verdad es que no supe al final de dónde venía esta chica, obsesionada con los modelitos y siempre posando en las fotos. Como no hablaba nada de inglés, fue poco el diálogo que tuvimos.

  • Kati
  • La cuarta húngara del grupo. Una zamarra de casi dos metros; no hablé mucho con ella porque la verdad es que cada uno estábamos en nuestro grupillo.

  • Isma
  • El otro español del grupo, no tuvimos mucho tiempo de conocernos ya que el pobre estuvo malo todos los días hasta que al cuarto decidió volverse a Valencia, a pesar de que todos intentamos convencerle de que se quedara. Mi duda es si su enfermedad era real o más bien psicosomática (lo que en otras palabras llamaríamos morriña).
  • lunes, agosto 14, 2006

    Día 1 (jueves 27J - Parte 2: conociéndonos)

    Como era de esperar, llegamos tarde a la fiesta de bienvenida oficial para "romper el hielo". Para encontrar el sitio, llamado Rote Funken, cágate; estaba al otro lado de la línea ferroviaria, y para pasar tenías que andar veinte minutos desde la estación hasta encontrar un puente que cruzara las vías por encima. Jana decía que ella nunca llegaba tarde. Desde que se juntaron conmigo, no llegamos en hora casi nunca a nada :D Ojo, normalmente no era por mi culpa, supongo que simplemente les pegué mi carácter tranquilo :P

    El caso es que en el Rote Funken, que era una especie de gimnasio, ya estaban todos sentados sobre colchonetas presentándose. Teníamos además aperitivillos, frutas y refrescos para saciar el hambre y la sed, que nos vinieron muy bien, tras llegar con la lengua fuera y sudando. Las prisas es lo que tienen, y si encima las juntas con el día más caluroso de los últimos años en Alemania, pues ahí estaba yo que parecía no haberme secado al salir de la piscina.


    ¿No sabes el nombre? Pues palo en la cocorota :)

    Pues nada, pasamos la tarde haciendo juegos para conocer los nombres de los demás. Y en cuando abrió la boca, reconocí al valenciano. Su cutringlés daba miedo. Pero es que de alemán estaba peor. Eso creo que contribuyó a que no se sintiera muy a gusto del todo; bueno, ésta es otra historia para más adelante. Yo me hice una minipresentación en alemán (me llamo tal, vengo de cual, estudio aquello, y hablo muy poco alemán). No volví a hablar en alemán en todo el fin de semana, salvo alguna frasecilla suelta :D

    Era una suerte que yo ya conociese a tres de las participantes y a la mayoría de organizadores, porque veía a los demás como muy perdidos... el caso es que tras un rato ya todos nos sabíamos los nombres y nos partíamos de risa juntos como si nos conociésemos de toda la vida. Este buen rollo del primer día no nos abandonó, por fortuna.

    Bueno, ¿y qué hacemos esta noche? ¡Botelleo! What's that? OK, vale, lo explico... ¡Cojonudo, podemos comprar unas botellas e ir a la orilla del río! Pero entonces se me acerca uno de los alemanes y me comunica la mala nueva: son las 20:30, y en Alemania todas las tiendas, supermercados e hipers cierran a las 8, así que la única alternativa es comprar algo en la gasolinera, donde te pegan un cuaje que lo flipas.


    Tomando unas "cervecillas" en el Louisiana

    Finalmente, desestimamos la moción y decidimos ir de cervezas al Louisiana. Además, la mayoría de la gente tenía que coger el último autobús (a las 12 de la noche, durante la semana) para volver a casa, y si hacíamos fiesta la cosa podía alargarse. Y, no lo podíamos olvidar, a la mañana siguiente teníamos la primera toma de contacto con la Universidad.

    Día 1 (jueves 27J - Parte 1: ciudad y piscina)

    El día empezaba caluroso, como el anterior. El sol pegaba bien fuerte, así que salí de casa directamente con el bañador puesto. Punto de encuentro con las chicas: 11:30 en la Porta Nigra (¿a ver si adivináis qué significa? jajaja). Este lugar sería a menudo el meeting point, ya que muchos de los autobuses tenían que pasar por aquí en su recorrido circular por la ciudad.


    Vista de la Porta Nigra por la cara menos "nigra" :)

    Junto a las ya conocidas eslovenas estaba también la aparentemente niña Aet, la participante estonia. Me incliné para darle dos besos y en ese momento recordé que no, que había que estrechar manos, así que eso hice. Estaba además una alemana de la noche anterior (supongo que sería su host), que fue quien me la presentó. Así que nos fuimos todos a tomar la primera del día. El lorenzo apretaba de lo lindo, por lo que un refresco o una cerveza en las terrazas acompañado por cuatro chicas se veía un buen plan antes de coger el autobús para la piscina.

    Pero ay, las chicas son chicas aquí y en todas partes, así que tras el bebercio quisieron pasar por las tiendas del centro, atestadas de guiris (perdón, turistas, que aquí el guiri soy yo :D). Pues eso, que me tuvieron dos horas dando vueltas para al final apenas comprarse dos tonterías. Si es que son la leche...

    Ya casi eran las dos y media de la tarde, sí. Y encima todavía no habíamos comido. Pillamos el autobús (los organizadores nos dieron dos bonos semanales, ya que el billete de un solo viaje costaba 2 loros, toma ya). Tardamos como media hora o más en llegar; la piscina estaba donde Cristo perdió el gayao. Pero por fin estábamos allí. Con el carné de estudiante (ya fuese de España, de Villarriba o de Sebastopol, sólo costaba la entrada 1.50€, para todo el día). Tres piscinas de diferente profundidad y diseño, con varios toboganes y tubos, y una de ellas con plataformas de salto (abarrotada siempre ésta, imposible lanzarse).

    También allí nos pillamos unas patatas fritas y algo más para comer, no era precisamente comida saludable, pero con las tripas chillando lo importante era meterse algo en el cuerpo. Así que tras el primer baño y la comida, nos tumbamos al sol; poco tiempo, ya que se puso nublado el cielo e hizo amago de chispeo. Finalmente, la lluvia nos respetó y volvió a brillar el sol para que nos diésemos otro baño.

    Se hicieron casi las 6 de la tarde, así que decidimos volver porque teníamos que ir a una de las sedes de AEGEE a la fiesta de bienvenida oficial. En la parada del autobús conocimos a un grupo de animales, perdón, de alemanes pilladísimos de la cabeza. Llevaban tatuados y pierceados la mitad del cuerpo, y tras intercambiar unas frases incoherentes acerca de si preferíamos llevar slip, bóxer o tanga, el más ido de todos, curiosamente, fue el que dijo: dejemos de decir estupideces a unos extranjeros que lo están flipando con estos borricos alemanes (más o menos esa es la traducción).

    How to speak

    If I were born again and could restart
    I'd come back to look for you in my timeship
    It's the destiny which carries us and guides us,
    separates us and puts us together through life

    We said goodbye to each other, years passed by,
    we saw each other back one Saturday night
    Another country, another city, another life,
    but the same feline look

    Sometimes I'd kill you
    and some other times, however, I wanna eat you
    Small seawatered eyes

    How to speak,
    if each part of my mind is yours
    and if I can't find the exact word
    how to speak

    How to tell you
    that you have won me little by little
    You, the one who came by chance
    How to speak

    Like a firebird which dies in your hands,
    a piece of ice melted in the lips
    the radio's still sounding
    the war's over

    But the bonfires haven't been put out yet

    Sometimes I'd kill you
    and some other times, however, I wanna eat you
    You take my life away
    Letra original: Amaral - Cómo hablar. ¿Cómo es posible que estos siempre tengan la canción adecuada?

    domingo, agosto 13, 2006

    Día 0 (miércoles 26J - Parte 2: tarde/noche)

    Cuando volvimos del paseo me puse a desempaquetar el equipaje. Parecía que hubiese traído una tienda conmigo. Qué barbaridad, no me había parecido tanta ropa al hacer la maleta, pero en ese momento... buff. Decidí dejarla simplente abierta junto a la cama y así poder tener las prendas a mano. Días después me alegraría mucho por no ir, como algunos, casi todos los días con la misma ropa.

    Cuando ya anochecía, acompañé a Lilli al pub Louisiana, donde había quedado con los organizadores y los otros hosts para recibir el programa de actividades y unas cuantas indicaciones. Así pude conocer antes que los demás a toda esa peña que se volcó con nosotros.

    Inciso. Era la primera vez que Lilli hacía de host para AEGEE, de hecho ella no conocía más que a una persona de la organización. Su parte consistía en acoger a un extraño (yo) en su casa (en este caso, en su habitación) durante dos semanas y proporcionarle el desayuno (proporcionárselo, no hacérselo jajaja); todo eso por unos 40€ que iba a cobrar, me parece. ¿Vosotros lo haríais? Fin del inciso.

    También pude comprobar in situ una peculiaridad: la propina. Todo el mundo (es decir, los alemanes) dejaban propina con cada bebida o comida. Por no desentonar, yo también lo hice. Así también al día siguiente, hasta el tercer día que ya dije a tomar por saco, como si fueran baratas las consumiciones. Otra cosa que me llamó la atención es que en todos los locales, los camareros llevan un monedero enorme de color negro (igualitos todos) con el que te dan el cambio.

    El resto de la noche la pasamos tomando la penúltima en la terraza del pub. Allí conocí a más implicados por la causa AEGEE :), entre ellos a Jamal (no imaginaba sería una tía, y muy agradable, la verdad) y, por fin, a las primeras participantes que habían llegado, como yo, un día antes. Las dos eslovenas que me acompañarían día a día: Irena y Jana, y que serían, junto a Erik, Bartek y Valeria, mi minipandi por esas tierras teutonas. Como el resto de la gente no llegaría hasta la tarde del día siguiente, quedamos para ir por la mañana a la piscina, ya que se presumía que al día siguiente haría también calor.

    Inciso. Los dos besos de presentación. Creo que sólo llegué a dar dos besos al conocer a Lilli y a su hermana, las siguientes chicas hacían una especie de amago (regateo a lo Ronaldinho) cuando acercabas la cara y te plantaban la palma de la mano en el pecho :D Fin del inciso.