miércoles, febrero 08, 2006

Arma

«Estoy sentado. Mejor dicho, estamos sentados. No sé cuántos somos, quizá tres personas pero sólo estoy pendiente de lo que está diciendo el chico de las greñas. Nos encontramos en un local muy iluminado, parece ser una armería. De hecho, estamos dentro de un escaparate interior, aunque no parece que tenga cristal. Tampoco parece que haya ningún cliente más en la tienda. El chico, cuya cara no reconozco, está contando cómo se recoge el pelo. Agarra un cinturón negro de cuero, con pequeñas chapitas plateadas, que hay colgado. Se lo coloca en la frente y lo aprieta alrededor de su cabeza, a lo Rambo. Entonces empieza a hacer movimientos de cabeza en plan heavy metal, y tarareando una melodía guitarrera al tiempo que hace gestos con los brazos me recuerda a Otto (de "Los Simpsons"). Cuando por fin deja de hacer el idiota, coge de la pared un arma.Negra, brillante. Cañón bastante largo, casi un metro diría yo. Coge también un cargador y lo introduce por detrás (no por abajo como las pistolas). Me parece curiosa esa manera de cargar un arma. Entonces coloca una de sus manos bajo el cañón, desliza el repetidor hacia atrás, y lo suelta, escuchándose bastante fuerte ese CLACS CLACS tan característico. En ese momento pienso ¿qué ruido hará al dispararse un arma sin bala?, ¿tic tic?. Creo que él está pensando lo mismo. Su dedo se tensa y, a continuación, pulsa el gatillo. BUUM. Un ruido ensordecedor acompañado de un fogonazo al fondo de la tienda, y por un instante, las paredes y el suelo tiemblan. Mis ojos está abiertos como platos, mi cuerpo está inmóvil, y he perdido las gafas. Adivino a ver cómo desde el fondo, el que parece ser el dueño saca, casi a rastras, a un hombre joven que claramente no puede mantenerse en pie por sí mismo. Pienso que puede ser el hijo del dueño o uno de los dependientes. Tiene una herida enorme en medio del pecho, y sangra bastante. El color rojo se entremezcla con el negro. El dueño lo lleva agarrado desde detrás, intentando taponar la herida. Nosotros salimos corriendo. En cuanto pongo un pie en el exterior vuelvo a recoger las gafas, que están en el suelo. Salgo de nuevo. Reconozco dónde estoy: un camino junto a la carretera que va desde el centro comercial Infante hasta Los Dolores. Pienso aquí debería haber un lavadero de coches».
ABRO LOS OJOS.

Escuchando: Planet Perfecto - Bullet In The Gun 2001

1 Comments:

At 2:28 p. m., Blogger Undress escribió...

Joer macho, que envidia de sueños!! Yo quiero uno de esos, se compran por ebay? se pueden pagar con paypal a 2 meses?

Ahora viene la parte constructiva de los sueños, ¿y por qué he soñado yo eso? Siempre hay un porqué. Al menos yo pienso que acabo encontrándolos. Más justificados o menos eso ya es otra cosa.
Por cierto, has visto ultimamente bowling for columbine?

 

Publicar un comentario

<< Home