martes, junio 06, 2006

Como una secta: fácil entrar, y casi imposible salir

Vaya panda de truhanes los de Wanadoo. Hoy me llega una carta de los susodichos, avisándome de que tengo un impago de un factura. Que llame a tal teléfono para solucionar la incidencia y "para salvaguardar sus intereses puede hacer el pago" en tal oficina o usando cual tarjeta...

Pues me han tenido pegado al teléfono casi una hora, pasándome de departamento en departamento y sin solucinar nada. Mi indignación iba en aumento, mi madre calentándome la otra oreja, por si tenía poco con el teléfono. Hasta que por fin he dado con una señorita medianamente responsable y, por qué no decirlo, amable, que dice haberlo solucionado todo... ¿debo creerla?

Me di de baja administrativa en marzo. Pero parece ser que los muy hijos de su madre, no dieron parte de la baja al departamento de finanzas, y claro, pues éstos, como no, puntualmente reclamaron al banco su correspondiente pago mensual. Pero he aquí que mi madre, en previsión, ojo avizor, el día después de llamar yo para la baja, fue al banco a restringir los posibles cobros futuros de Wanadoo.

Pues esto no lo hemos sabido hasta hoy. Y claro, pensando, pensando, ahora sé por qué liberaron finalmente la línea, por lo que ellos consideran un "impago" → no pagas, te cortamos el servicio (¿pero qué servicio, si me di de baja?). Hay que ver, qué curioso que los "fallos informáticos" (jaja, me parto) y de "comunicación interdepartamental" (¡pero qué falsos y demagogos son!) siempre benefician a la empresa y no al usuario. Desde luego, estamos rodeados de ladrones.

Escuchando: Naiara Ruz - Adelante