Volviendo a tener 16 años (parte 1)
Anoche cenamos y salimos de fiesta A, N, R, C y yo. Amigos desde los 4 añitos.
Es verdad que ya no es lo mismo. No somos aquellos grandísimos amigos del alma que fuimos. Hemos cambiado, está claro. Cada uno ha tomado su camino y tiene su vida. Y aunque con algunos sí hay algo más de contacto, con los otros hacía más de un año que no tenía contacto ninguno, ni siquiera por teléfono. Es evidente que nuestras vivencias como los 7 magníficos, eso es algo que pertenece al pasado (entre otras cosas porque ahora sólo somos 5, ¿algún día se reconciliarán de verdad las partes implicadas?). Pero un enorme poso de amistad ha quedado. Y tengo la impresión de que siempre quedará; porque a pesar de todo, seguimos teniendo esa conexión cuando nos miramos a los ojos, cuando nos reímos, incluso cuando nos metemos los unos con otros... no sé... es efectivamente como volver a tener 16 años y ver que por momentos, todas las preocupaciones dejan de tener importancia, y vives el instante, y lo disfrutas porque sabes que quizá pase todo un año, o más, para volver a repetirlo, y deseas que dentro de otros 10 o 20 años puedas seguir teniendo esas sensaciones.
No podemos evitarlo: vivimos de recuerdos. Y es más, parece que todas las vivencias, incluso las negativas, volvieran a cobrar vida pero esta vez observándolas desde una perspectiva nostálgica, añorándolas, riéndote, sintiéndo de nuevo esos momentos y sabiendo que mucho de lo que en su día compartimos formó nuestro carácter, y nos hizo buenas personas.
Esto último puede parecer algo estúpido o cursi, pero para mí no es ninguna tontería; no puedo evitarlo, sólo hay que ver los grupetes de mafiosetes de 15 años que hay ahora para darte cuenta de la suerte que tuvimos de hacernos amigos. Y de esto sé que me alegraré toda la vida.
Es verdad que ya no es lo mismo. No somos aquellos grandísimos amigos del alma que fuimos. Hemos cambiado, está claro. Cada uno ha tomado su camino y tiene su vida. Y aunque con algunos sí hay algo más de contacto, con los otros hacía más de un año que no tenía contacto ninguno, ni siquiera por teléfono. Es evidente que nuestras vivencias como los 7 magníficos, eso es algo que pertenece al pasado (entre otras cosas porque ahora sólo somos 5, ¿algún día se reconciliarán de verdad las partes implicadas?). Pero un enorme poso de amistad ha quedado. Y tengo la impresión de que siempre quedará; porque a pesar de todo, seguimos teniendo esa conexión cuando nos miramos a los ojos, cuando nos reímos, incluso cuando nos metemos los unos con otros... no sé... es efectivamente como volver a tener 16 años y ver que por momentos, todas las preocupaciones dejan de tener importancia, y vives el instante, y lo disfrutas porque sabes que quizá pase todo un año, o más, para volver a repetirlo, y deseas que dentro de otros 10 o 20 años puedas seguir teniendo esas sensaciones.
No podemos evitarlo: vivimos de recuerdos. Y es más, parece que todas las vivencias, incluso las negativas, volvieran a cobrar vida pero esta vez observándolas desde una perspectiva nostálgica, añorándolas, riéndote, sintiéndo de nuevo esos momentos y sabiendo que mucho de lo que en su día compartimos formó nuestro carácter, y nos hizo buenas personas.
Esto último puede parecer algo estúpido o cursi, pero para mí no es ninguna tontería; no puedo evitarlo, sólo hay que ver los grupetes de mafiosetes de 15 años que hay ahora para darte cuenta de la suerte que tuvimos de hacernos amigos. Y de esto sé que me alegraré toda la vida.
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home