Escuchar, bonita palabra
A veces no nos damos cuenta. Alguien cercano, que creemos el culmen de la alegría, lo está pasando mal. Necesita contarlo, necesita desahogarse. Necesita liberarse, al menos un poco, de esa carga que aplasta su mente y sus entrañas.
Yo no soy persona de hablar por los codos, pero sí me gusta escuchar. Simplemente escuchar. Y ocurre que eso es, en ocasiones, justo lo que esa persona necesitaba, que alguien la escuche. Sólo con eso y sin necesidad de vanos consejos, milagro de la psique humana, esa persona comienza a sentir por sí misma que su problema es un pequeño granito de arena en medio de la inmensidad del universo -o incluso que es una tontería-, que no está sola en el mundo, que a todos nos ocurren en mayor o menor medida situaciones similares. En definitiva, que todo puede mejorar.
Cuando yo lo he necesitado, he tenido quien me escuche. Así que, a ti lector, te pregunto, ¿no se merecen los que te rodean, que los escuches?
Yo no soy persona de hablar por los codos, pero sí me gusta escuchar. Simplemente escuchar. Y ocurre que eso es, en ocasiones, justo lo que esa persona necesitaba, que alguien la escuche. Sólo con eso y sin necesidad de vanos consejos, milagro de la psique humana, esa persona comienza a sentir por sí misma que su problema es un pequeño granito de arena en medio de la inmensidad del universo -o incluso que es una tontería-, que no está sola en el mundo, que a todos nos ocurren en mayor o menor medida situaciones similares. En definitiva, que todo puede mejorar.
Cuando yo lo he necesitado, he tenido quien me escuche. Así que, a ti lector, te pregunto, ¿no se merecen los que te rodean, que los escuches?
1 Comments:
Pues ya me he quedao yo preocupao :(
Ü
P.D.(humorística): Le preguntaré a la oreja que todo lo oye.
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